Un día de vida Analógica I

Antecedentes

A finales del año pasado planeé un viaje acompañada a la Serenissima, llevabamos ya unas semanas sin vernos las caras salvo con el pixelizado que da la cámara web y básicamente en todas las convesaciones había algún momento en el que se perdía la conexión a internet, y tanto que se perdió que a menos de una semana del 2011 seguía teniendo billete de avión pero no acompañante.

¿Qué hacer en esos momentos? ¿Intentar que me devuelvan el dinero del billeta? Imposible, naturalmente los vuelos de oferta o los tomas o los pierdes ¿Perder el billete y quedarme en casa? No, creo que este año ya me he perdido suficientes cosas. No merece la pena hacer muchas más preguntas, la única opción que quedaba razonable era buscar una habitación individual y prepararse para el viaje.

Preparativos de salida

No era la primera vez que iba a pasear por Venecia. En este caso las casualidades se ponían de mi parte. Mi móvil con cámara de fotos, internet, block de notas, etc. estaba completamente apagado o fuera de cobertura, y de hecho sigue en ese estado sin que me lo arreglen y el único que encontré consigue sólo hacer llamadas y sms (que ya se que es lo que se espera de un movil, pero hay que reconocer que cada vez sabe a menos). La cámara de fotos digital hace tiempo que no es de mi propiedad. Acabé la novela que estaba leyendo y el libro que me iba a ayudar a no perderme entre los canales no lo encontré para mi e-book. Ya ni lo pensé mis compañeros de viaje serían Diana, Sprocket y dejaría por una vez el cargamento digital en casa.

Así que mi bolso cambió

donde su contenido un día, no demasiado exagerado puede ser:

• un par de discos duros
• un e-book
• un par de móviles
• una palm
• varias memorias usb
• un bolígrafo digital
• un reproductor de mp3
• algún que otro gadgets más que no identifico
• algún progucto analógico sin el que no se puede salir

a un contenido más analógico

• objetivos diversos para diana
• carretes de 120 y 35mm de ISO 100, 200, 400 y 800
• cinta aislante
• un libro “la venecia secreta de corto maltes”
• un cuaderno con funda de cuero
• bolígrafo
• una brújula
• un reloj de sol
• un trípode
• un fotómetro
• aunque no se pueda ver en la foto diana también iba en el bolso
• y como contribución digital el móvil por si no llego a mi destino

El resto de mi equipaje era una maleta que tenía intención de facturar ya que debía hacer una escala sin mucho tiempo y dado lo que pesaba el bolso y que necesitaba salir rápido del avión cuanto menos trastos mejor.

Antes de la salida busqué la previsión del tiempo por internet, pero tras mirar dos páginas con resultados distintos opté por llevar todos los carretes ya que no sabía si estaría nublado o no. Una última cosa que miré era si había previsión de acqua alta, esto era más importante ya que no quería tener que comprarme de improviso otras botas de agua.

Y así nos plantamos en el último fin de semana de enero, cuando comienza la aventura.

escrito por noema en 2011-03-08