Lucas Simões: Geometría y Fascinación
Share TweetEl trabajo de Simões nos enseña objetos cotidianos de una manera distinta, modificados hasta un punto donde casi no se reconocen. Su experiencia en diseño y arquitectura se refleja muy claramente en su trabajo fotográfico y describe el papel de la arquitectura en su arte de la siguiente manera:
> En la arquitectura, que es técnica por una parte y humana por otra, el dibujo es más que un dibujo, es la intención de crear algo concreto próximamente, a través de un proceso de construcción. Esta perspectiva ha influenciado mi acercamiento del proceso de dibujar al proceso constructivo de mi trabajo, dando como resultado interferencias, esculturas e instalaciones. Aunque el material de soporte me parezca importante, el proceso de acercamiento a cada material se hace por experiencia, por ejemplo quemando, cortando, distorsionando, desenfocando, diluyendo, que en casos extremos puede llevar a la destrucción del objeto. En todos mis experimentos, hechos quemando, creando distorsiones, la intención es intervenir en objetos o imágenes que tienen significado, y haciendo esto, crear una nueva representación que oscila entre la belleza y lo extraño, movimiento y profundida. Hay algo perverso en ello, en modificar el significado, lo extraño me fascina, y hacer que sea bello me parece aún más interesante.
Lucas tiene una variedad de trabajos admirables, interesantes y intrigantes cada uno a su manera. En su trabajo con la fotografía, nos obliga a cambiar de perspectiva, la manera en la que percibimos obras de arte. Todo lo que queda de la fotografía es un recuerdo de lo que conocemos, pero intercambiado por algo nuevo, alejándonos de retratos tradicionales y llevándonos a un sitio emocionante.
Las fotos de tu arte cambian para formar parte de algo más grande. Cuando sacas fotos, ¿siempre piensas en el resultado o sacas fotos sin saber exactamente lo que harás con ellas?
Depende de cada trabajo, en algunos casos las imágenes no son mías (como en “ficções” y “verdade é uma colagem contínua”) y en otros casos (como en “desretratos” y “desmemorias”) la acción de disparar es parte del proceso de trabajo – y esas dos series son las únicas donde saco fotos yo mismo.
Quase-cinema y “Ficção” se hicieron de manera parecida. ¿Cuáles son los parecidos entre tus series “quasi-cinema” y cuáles son las diferencias entre ellas?
“Ficção” es un “quasi-cinema”, lo que cambia es el desarrollo del trabajo. Llamé la primera serie de fotografías en reja de madera “quase-cinema” (2010). Eran fotos de un viaje que hice, que me parecían escenas de películas en muchos contextos. Alargadas y repetidas, creando el efecto final. Cuando puse el título a esta serie, era en relación directa a las películas, los fotogramas, el movimiento de la imagen y no al trabajo de Helio Oiticica y Neville D`Almeida, aunque es probable que haya leído algo sobre el quase-cinemas de Oiticica y se me quedó el término grabado en la memoria.
Aún así, “ficções” y “verdade é uma colagem contínua” son dos series de quase-cinemas que son consecuencias de experimentos previos – cada una con un tema específico, explorando la posibilidad conceptual y un soporte de plástico que creé. En “ficções” estaba buscando imágenes de sitios inaccesibles y lejos, como islas aisladas en el Pacífico. De las imágenes que encontré en cada sitio, distorsioné la lógica del paisaje original a través de la manipulación digital, alterando sus colores y finalmente tapando geometricamente algunos trozos, creando espacios en blanco, que en el resultado final aparecen como repeticiones voluminosas en el paisaje, simbolizando lo inaccesible en la representación real. Además, uso imágenes de edificios cuya monumentalidad es el reflejo de una ideología detrás de su puesta en obra. Con estas imágenes creo un paisaje donde coloco edificios uno al lado del otro, con intenciones y conceptos muy diferentes, algunos ya en ruinas. Por ejemplo, edificios nacionalistas de ex Yugoslavia junto a pabellones de la Serpentine Gallery, junto a edificios comunistas, junto a proyectos icónicos de la arquitectura moderna como Le Corbusier y Frank Lloyd Wright, creando paisajes utópicos. Esta investigación ha resultado en quase-cinemas muy largos, algunos de hasta 4 metros de largo, donde el observador tiene que andar a lo largo de la obra para poder obersvar todas las imágenes que contiene. Este movimiento es lo que le da potencial a la obra.
¿Es importante en tu trabajo, la elección de cámara y la elección de disparar en digital o en película?
En el caso de “desrerratos/desmemorias”, usé la técnica digital porque es necesaria para sacar muchas fotos seguidas y eso no habría sido posible con una cámara analógica. Aún así, uno de los primeros quase-cinemas se realizó con una cámara analógica, incluso con películas usadas de mercadillos. En ese sentido soy muy práctico, creo que cada medio justifica su concepto y su acabado.
Siendo tu trabajo fotográfico muy abstracto, ¿en qué te centras a la hora de disparar? ¿Cuándo es el momento idóneo para apretar el obturador?
Como he mencionado antes, el único proyecto donde saqué yo mismo las fotos fueron los retratos y en ese caso tenía que prestar atención a las bases de la fotografía, que son el enfoque y la luz, e intentar no molestar a mi sujeto, pero acababamos riéndonos en algún momento.
¿Cuánto tiempo necesitas para una obra de arte como la que vemos en tu serie “destratos” y por qué elegiste ese nombre?
El concepto de una obra de arte siempre necesita mucho tiempo; no puedo decir cuanto tardé. La primera serie fue “desmemorias” que surgió de una experiencia personal. En un viaje, me encontré con amigos a los que no había visto en mucho tiempo, gente con la que vivía mientras estudiaba arquitectura en Milán. Nos encontramos en un bar y fue interesante ver que aunque en su momento nos conocieramos muy bien y fueramos muy íntimos, tuvimos que volver a conocernos porque todos eramos personas diferentes en ese momento. Más tarde, cuando fui al baño del bar, el espejo encima del lavabo era enorme pero estaba roto en cierta manera, y no podía ver mi reflejo bien. Se me quedó eso grabado en la mente y surgieron las ideas. (Pero la producción de una de esas obras suele durar alrededor de un mes)
¿Cuáles dirías que son las diferencias entre “desmemorias” y “desretratos”, en las que se usa la misma técnica? ¿Has creado tú las obras basadas en la conversación que tuviste con los sujetos? ¿Influenció el contenido de estas conversaciones tu proceso artístico?
En “desmemorias”, que fue la primera serie – basado en la experiencia que ya he contado, me puse en contacto con gente con la que me llevaba mucho anteriormente y con la que había perdido contacto, y quedamos y les conté que quería sacarles fotos. Así que en este caso, los retratos se sacaron durante una conversación. Los estampados para esta serie eran muy geométricos, pero sin una repetición clara, como si en algún momento la construcción de este estampado perdiese lógica, lo que para mi refleja la situación de encontrar a alguien que conocías muy bien y darte cuenta de que es otra persona – la imagen que tenías de esa persona ya no es la misma, el „retrato“ se ha roto. Después de esto, en “desmemorias”, decidí sacar fotos de personas que aún no conocía para ver si incluso cuando conocen a una nueva persona existe la necesidad de ponerle un tipo de etiqueta, como un estampado personal. Y después empecé “desretratos”, que estaba influenciado por el trabajo de un amigo, Gui Mohallem. En ese momento, él estaba trabajando en “ensaio para a loucura” (“rehearsal to madness”) y me preguntó si quería formar parte de ello. Creo que el proceso se mezcló con lo que estaba montando yo cuando se me ocurrió “desretratos”, que es un resumen, la imposibilidad de sacar un retrato, que es lo mismo que crear misterio.
En la serie en la que quemas las fotos, ¿cómo eliges las fotos? ¿Cuál es el concepto y proceso de este proyecto? ¿Por qué no has usado las fotos que habías hecho?
Cuando estaba trabajando en eso, también estaba trabajando un montón con la intervención en los medios que ya tenía mucho significado, como mapas, libros, fotografías, etc. Y la investigación era sobre añadir un look personal a algo que ya había sido producido a gran escala. Con las fotos quemadas, quería trabajar con imágenes como sensaciones, del mismo modo que con colores pero más abstracto, como si un catálogo de fotos fuese un catálogo de colores o un catálogo de sensaciones. Y basado en eso, me preguntaba qué podía generar un intervención física en esa imágenes (que no usara pigmentos). Hubo muchos experimentos disolviendo, hirviendo, cortando, etc., pero en esta investigación en particular, el fuego dió el mejor resultado.
¿En qué proyectos nuevos estás trabajando? ¿Cuáles son tus exposiciones actuales?
Sí, participo en la exposición “jogo de forças” situada en Paço das Artes en São Paulo, y en una exposición de un artista brasileño en Austin, Texas, llamada “Obras”. También estoy preparando un proyecto en solitario para la SP-Arte en abril.
¿Cuál de tus obras es tu favorita?
Es una pregunta difícil… al final, la mejor es la que falta por llegar, hehehe.
¿Qué consejos tienes para nuestra comunidad?
Para mi, la fotografía analógica ofrece una experiencia temporal que es importante en el trabajo creativo. No ser inmediato y tener una respuesta más lenta, menos controlada, es algo que no deberías perder en el proceso creativo.
Si quieres saber más sobre el artista y su trabajo, asegúrate de visitar su página web.
escrito por michellymatias el 2016-05-30 #gente
Ningún Comentario