Viaje analógico: una entrevista con Lorenzo Scudiero

Este joven artista nos ha cautivado con sus fotografías que quitan el aliento y que llenan de color y vida todo lo que las rodea.Ha conseguido mostrarnos la perfecta mezcla de naturaleza y la harmonía con su gente. Sus retratos cuentan historias de gente jóven y los diferentes sitios que ha visitado. Este verano, ha decidido irse en la aventura de la vida y buscar inspiración en varias ciudades europeas, que él cree que esconden bellezas por descubrir.

Le gusta capturar la vida a su alrededor con cámaras analógicas y sus fotografías prueban que los momentos reales duran para siempre. Lorenzo habló con nuestra revista sobre lo que lo llevó a hacer este viaje analógico a través de Europa con sus amigos y cuál es la fuerza que lo empuja hacia su parte más creativa.

Este verano decidiste viajar a través de varias ciudades europeas con tus amigos y capturar los momentos que viviste ahí con cámaras analógicas. ¿Qué te inspiró para hacer ese viaje? ¿Por qué elegiste película para este viaje?

Siempre he pensado que viajar te abre la mente y te ayuda a descubrirte. Quiero ver con mis ojos nuevos entornos sociales y tratar de analizarlos con mi cámara. Es un proyecto que he organizado con mis amigos, pues compartimos el mismo amor por la fotografía y los viajes. Creo que cuando viajas, la fotografía analógica es mucho más cómoda pues no tienes que preocuparte por tarjetas sd o baterías y pesa menos. Además en el último año me he ido acercando más y más a este tipo de fotografía y ahora sé que es mi favorita para contar una historia.

¿Cuándo comenzaste con la fotografía? ¿Hubo algún momento en el que tu supieras que esta era la forma de arte adecuada para ti para guardar tus momentos para siempre?

Hace dos años sentí la necesidad de dar a mis experiencias un valor más grande, al igual que a la gente que me rodea. Quise explorar el mundo y a mi mismo a través de la lente de mi cámara así que… ¡ese fue tan solo el comienzo! A partir de ese momento, la fotografía ha invadido mi vida.

Tu creciste en Italia y es ahí donde haces la mayoría de tus fotos. ¿En qué sitios de Italia has tenido la oportunidad de disparar? ¿Hay alguno que sea tu favorito?

La mayoría de mis fotos son en Italia en un sitio llamado Rovereto, una pequeña ciudad al norte de Italia, donde nací y crecí. Recientemente me he mudado a Milán donde hago otras fotos, ¡pero mi sitio favorito sigue siendo Rovereto! En 30 minutos puedo llegar al lago garda o lo alto de la montaña. Me fascinan los paisajes que rodean mi pueblo… al final me dí cuenta que no es el sitio el que hace que las fotos sean geniales, sino la relación que tienes con ese lugar y la manera en cómo lo miras.

¿Qué temas estimulan tu creatividad y tu deseo por tomar fotos? ¿Cómo desarrollaste tu estilo fotográfico tan único?

La cultura juvenil, la amistad, los viajes y la naturaleza son mis temas favoritos, creo que estas situaciones son perfectas para explorar en un futuro. No lo sé: siempre quize mejorar y probar nuevas técnicas y películas distintas. Las fotos que hago ahora son distintas a las que hacía el verano pasado y probablemente de las que haré en el futuro. Así que no lo sé con precisión… Yo solo intento, intento e intento un poco más.

Tu trabajo se caracteriza por muchas cosas, pero sobretodo retratos. ¿Quiénes suelen ser tus modelos? ¿Cómo consigues mostrar tus ideas y todo lo que tenías pensado a través de tus fotografías?

Me encanta retratar a mis amigos y conocidos. Me gusta conocer a la gente que está frente a mi y tener una relación con ellos. Creo que la fotografía requiere un intercambio emocional entre el fotógrafo y el sujeto. Muestro mis ideas al disparar con el corazón e intentar ser genuino y siempre elegir con cariña a la gente y los lugares: si no siento que es el momento correcto, no disparo. Quiero hacer fotos que realmente signifiquen algo para mi.

Hoy en día cuando la mayoría utiliza cámaras digitales, tu has decidido darle preferencia a la fotografía analógica. ¿Qué te hizo darle una oportunidad a la película?

Para mi, es la forma perfecta de disparar, me hace sentir más cómodo con mis decisiones: cuando disparo en película, simplemente siento el momento, soy parte de la acción y no pienso que dispare hacedos segundos. Lo que salga, estaré feliz, pues sé que será cercano a lo que percibí. Además, hay como una atmósfera mágica que no puedes recrear con cámaras digitales.

Además de fotográfo, eres realizador. ¿Qué películas te inspiran en tu proceso creativo? ¿Cuál es el paso más complicado en el proceso de hacer una película?

Las películas que más me han inspirado son aquellas que intenta analizar al ser humano, nuestros sentimientos, nuestros miedos. Puedo encontrar esos elementos en películas recientes (Revenant, por ejemplo) e incluso en películas de los 50-60. Depende… tal vez una escena me ayuda a pensar en nuevas ideas. También me pasa cuando escucho música… es un poco extraño. Lo más complicado para mi es cuando tienes que desarrollar tu primer concepto en algo y además lograrlo. Siempre hay algo que cambia de tu idea original… pero siempre se vuelve un nuevo reto que agrega valor a la idea.

¿Tu crees que cada artista muestra una parte de su personalidad y carácter a través de sus fotos? ¿Tú que quieres mostrar a través de tus fotos y tus películas?

No creo… no todos los artistas… Puedes sentir cuando alguien hace una foto solo por mostrar algo bello, algo que compartir y sentirse orgulloso. Es muy diferente a cuando alguien hace una foto por una razón más profunda, para expresarse, para contar una historia. Esta gente hace fotografías porque lo NECESITAN. Yo siempre busco esa profundidad emocional en mis fotos, pues para mi el objetivo de la fotografía es captar esa atmósfera. Siempre hay un poco de mi en cada imagen que hago que se fusiona con el sujeto, es dificil de explicar… Quizás es por la conexión que me gusta crear con la persona que estoy viendo.

Todas las fotografías han sido usadas con el permiso de Lorenzo Scudiero. Si quieres ver más de su trabajo, sigue a Lorenzo en instagram, o su tumblr.

escrito por Ivana Džamić el 2016-08-10 #gente