LomoWomen: Laura Carrascosa Vela Sobre Diversidad Cultural y Mujeres

Hoy es el Día de la Mujer y para celebrarlo queremos fortalecer su imagen a través de la fotografía analógica con la colaboración de Laura Carrascosa Vela.

La fotógrafa Laura Carrascosa Vela cree que la mujer ha estado muchísimo tiempo frente a las cámaras sin tener demasiada voz ni voto. Debemos preguntarnos qué papel han tenido los hombres y la heterosexualidad imperante en la idea de mujer, en la construcción del imaginario femenino. En esta entrevista nos presenta su mini-mundo en esta selección de fotos y otorgándonos una entrevista muy interesante. Diversidad cultural, migración y feminismo, trabajo íntimo y mensaje universal, la mágia del proceso de la fotografía analógica, compañerismo y amistad en la creación artística e interés por las personas. Todo esto y mucho más es para Laura la fotografía.

Hola, bienvenida a la Revista Lomography, ¿podrías presentarte a la comunidad Lomography?

Nací con 8 meses el 16 de agosto de 1993 en Madrid. Mi nombre, Laura, lo eligió una de mis hermanas porque su rana se llamaba así. Empecé a hacer fotos en 2009 con una cámara digital que me regalaron. Estábamos en pleno apogeo de Metroflog, Fotolog, Flickr… y de la lomografía en España (era el 25 aniversario de la cámara Lomo). Me entró curiosidad y compré una Diana F y una Werlisa club color. La primera foto a la que tengo cariño es de esta época… ¡Justo la hice en una excursión escolar en la que íbamos a ver las cenizas de unas monjas! Y más tarde, en 2013, formó parte del proyecto Vorhandenheit Al salir del colegio decidí cursar Filosofía y Fotografía Artística, que más tardé completé con un master en desarrollo de proyectos artísticos. Ahora estoy muy emocionada porque voy a empezar uno sobre China. Actualmente desarrollo proyectos personales y trabajo en mi propia empresa de foto (PETRARCA, un colectivo de fotógrafas (UHF) y una plataforma cultural y educativa con Xirou Xiao (MAN DA RI NA ).

¿Qué es lo que te hizo entender que querías dedicarte al arte y a la creación artística? Y, ¿Cuál fue tu fuente de inspiración?

Fue algo que se desarrolló intuitivamente. De pequeña me recuerdo divirtiéndome de muchas maneras: jugando a imitar personas, intentando tocar distintos instrumentos, empezando y desechando diarios, grabando pelis caseras, apuntando ideas para novelas… Siempre buscando comunicarme, conocerme y conectar con alguien. Otros momentos no eran tan divertidos: me aburría en clase, me aburría la gente y muchas veces cabreaba a mi familia. Por ejemplo me planteé estudiar Ciencias Marinas o Sonido, pero al final me dejé llevar por lo que me salía de manera natural. Y tuve la suerte de poder elegirlo. Creo que, al final, la constante ha sido mi interés por las personas. Qué nos une, qué nos separa, cómo entendernos mejor, cómo disfrutar más y sentirnos unidos…Me inspiraron mucho mi padre y mi profesora de Lengua y literatura, María Ángeles Gallego. Mi padre porque pone mucha pasión en todo lo que hace y es súper creativo incluso con las cosas más nimias. Y mi profesora porque nunca se quedaba en la superficie: ahondaba en tu interior y te ayudaba a verte.

¿Qué es lo que más te gusta de la fotografía analógica?

Lo mágico del proceso, que te ayuda a trabajar la espera, las sorpresas que pueden aparecer, la belleza de una copia química, el color, experimentar en el laboratorio…

Al descubrir tu trabajo, hemos dado con “Como la casa mía”. Parece todo un reto profesional y personal. ¿Podrías contarnos un poco más?

Como la casa mía acompaña a Xirou Xiao (1992, Hunan, China) en su crecimiento desde que llega a España hasta que alcanza la madurez, ya con 25 años. El proyecto nació en 2014 cuando ambas estábamos acercándonos a los jóvenes de la comunidad china en Madrid. Nos dimos cuenta de que teníamos muchas cosas en común y floreció una amistad muy bonita. Esa curiosidad mutua, ese encuentro entre mundos distintos, es el motor del trabajo. Es mi primer proyecto largo. Fueron tres años produciendo fotos y aún sigo trabajando en ello, aunque ahora de manera colectiva con la edición de un libro, una web interactiva y en los textos. Personalmente he tenido que trabajar muchísimo la paciencia y el ego. Estamos acostumbradas a enseñar todo, a la inmediatez, a trabajar de manera individual, a no revisar nuestros privilegios, a creer que los logros son solo nuestros… Crear obra con otras personas te sitúa frente a todo esto. Xirou me transmite muchísimo y yo quisiera transportar esas emociones a las fotos, pero la imagen tiene sus límites y mis capacidades también. Además su experiencia buscando-creando hogar va más allá de lo individual: es un anhelo compartido. Profesionalmente he tenido que aprender a conceptualizar mejor, a buscar símbolos menos fáciles, a que cada imagen funcione sola pero se transformen unas a otras en su conjunto… y conseguir que un trabajo íntimo centrado en una persona pueda tener un mensaje universal.

¿Qué trasfondo tiene?

Mi intención es que las personas que vean el proyecto entren dentro del mundo de Xirou y se fascinen como yo lo hice. Y, desde esa fascinación, vean más allá de una migrante, una china, una mujer, una clase... Estamos hechos de la misma materia, pero nuestras vidas no son las mismas. Creo que las clasificaciones y los contextos son importantes para reivindicarnos porque lamentablemente nos condicionan. A nosotras nos gustaría que todas estas palabras no tuviesen que ser necesarias. No he buscado representar una realidad sino construir un mini-mundo, una especie de casa que sí sintamos nuestra. Queremos compartir nuestras emociones y la casa que nos gustaría que se extendiese.

¿Tienes alguna anécdota fotografiando mujeres jóvenes de diferentes culturas?

¡Sí! Una vez una chica me devolvió una foto mía retocada “a su manera” porque no se sentía identificada con la imagen que yo le había devuelto. La retocó con una App china, Meitu Xiu Xiu, y me dijo que ahora sí que se parecía a ella.

Durante mucho tiempo se ha hablado sobre el papel de la mujer enfrente de una cámara. Pero, ¿y del otro lado, como fotógrafa? ¿Crees que la mirada femenina aporta algún toque especial en la fotografía?

La fotografía, la literatura, la medicina, la música, la economía, etcétera, sin mujeres no es fotografía, ni es literatura, ni es nada que se le parezca: es una versión sesgada y machista de todo ello. La mirada “femenina” no “aporta” un toque “especial” sino que es necesaria para que la fotografía pueda ser. Creo que no se debería hablar tanto de las mujer enfrente de la cámara (¿realmente tuvieron un papel?) sino que deberíamos pensar en el papel que han tenido los hombres y la heterosexualidad en la representación de la mujer y, por tanto, en lo que entendemos por mujer. No estoy segura de si existe una mirada femenina o no. ¿Cómo es esa mirada? ¿Qué mirada elegimos como La Mirada de todas las distintas miradas de mujeres que hay? ¿Y qué nos hace mujeres? Por ejemplo, no pienso que esté representando a la mujer en mis fotos… Simplemente muestro mi mundo y el de mis amigas, mujeres cis o no, que es uno más dentro de todos los posibles y que es igual de verdadero.

¿Qué objetivo quieres alcanzar con tu trabajo?

La verdad es que no suelo pensarlo a lo grande sino proyecto por proyecto. Me pregunto más sobre los porqués que sobre los para qué. Con el primero, Vorhandenheit, buscaba aclarar mis ideas y acercarme a mi padre porque me sentía perdida. MAN DA RI NA apareció de manera completamente natural. PETRARCA, con Maider Jiménez, nació por una necesidad meramente económica, pero al final ha derivado en un proyecto personal que busca que haya más representación LGBTQ+ en el mundo fotográfico comercial y sigo sin dinero. Y UHF (colectivo de foto con Ángela Losa, Carol Caicedo, Julie Delabarre y Vera Martín) se acaba de gestar porque sentimos la necesidad de una red de apoyo entre fotógrafas.

Si deseas descubrir más sobre el trabajo de Laura, visita su página web y síguela en Facebook y en Instagram.

escrito por martagruesocoy el 2018-03-08 #gente #lomowomen