Intentando salvar mi relación con el Lomography Redscale XR 50-200
28 31 Share Tweet¿Nos queremos o no? ¿Podremos continuar con lo nuestro? Te quiero, pero me das muchos disgustos, prometes cambiar, pero no sé si creerte…ya sé, puede que la culpa sea mía…ah, qué difícil es esta relación.
Supongo que hay ocasiones en las que todo se reduce a empezar con buen pie. Creo que en fotografía la primera impresión, el primer contacto, tienen una importancia vital. Muchas veces nos enamoramos de una película desde que la descubrimos por primera vez, otras veces aprendemos a apreciarla con el tiempo, pero también hay excepciones, aquellas en las que no terminamos de dominar una película o no conseguimos los resultados deseados con ella por mucho que lo intentemos. He de decir que hasta ahora no había dado con una película fotográfica que realmente me sacara de quicio, pero todo cambio cuando descubrí por primera vez la Lomography Redscale…
Antes de nada, quiero dejar bien claro que la gama de películas Lomography me parece excelente, siendo especialmente aficionado a emplear la Lomography Color 100, 400 y 800 (la de ISO 100 es probablemente mi película color favorita, por encima de Fujicolor o Superia), aunque también me gustan los carretes diapo de Lomography. De este modo la llegada del Lomography Redscale se convirtió en un acontecimiento, satisfecho como estaba del resto de productos de la marca estaba deseando probar esa película montada al revés que prometía unos rojos y amarillos espectaculares. Mi gozo en un pozo, probé hasta en dos ocasiones la película Redscale (con la LC-A y la Olympus XA3, ajustando el ISO en las cámaras) y los resultados fueron un verdadero desastre, no sé qué hice mal, obviamente hay muchos lomógrafos que le sacan un gran partido a esta película, pero yo apenas obtuve unas fotos con una definición paupérrima y un grano tremendo que resultaban difíciles de escanear porque siempre aparecían unos feos puntos verdes en la imagen. Al final tiré la toalla, todavía me quedan algunos carretes por casa, pero no sé si los gastaré…
Tiempo después parecía como si Lomography hubiera escuchado mis lamentos, decidiéndose a lanzar un nuevo producto redscale, en este caso la película Lomography Redscale XR 50-200. Una película que como el redscale original estaba montado al revés, el carrete en principio era ISO 400 pero estaba pensado para trabajar en la cámara con sensibilidades que iban de ISO 50 a ISO 200 (de ahí su nombre). Las primeras fotos promocionales resultaban insuperables, a niveles ISO bajos el Redscale XR sacaba unos tonos verdes, azules y marrones espectaculares, lográndose una imagen de tono añejo que me parecía altamente atractiva. A ISO 100 ó 200 la película parecía funcionar un poco como lo hacía su antecesora, revelando una serie de matices rojos y amarillos absolutamente espectaculares. Obviamente piqué y me hice con unos cuantos carretes…el desastre de nuevo aconteció, probé la nueva película y el resultado todavía fue peor que el logrado con el Redscale 100, aunque en esta ocasión la culpa fue mía. Al montarla sobre la Olympus XA3 sin acordarme de tapar el lector automático de código DX de la cámara, ésta interpretó (correctamente) que estaba trabajando con una película de ISO 400, con lo que el tiempo de exposición en cada foto era mínimo. El resultado…unas fotos en las que se atisbaba poco más que la máscara de la propia película.
En fin, cabezota que es uno, para la siguiente ocasión me propuse averiguar si el Lomography Rescale XR 50-200 y yo podíamos tener un futuro en común. No me gusta perder el tiempo y cada desengaño (por el motivo que fuera, probablemente sea yo y no la película el que falla) con esta película suponía un buen número de fotos tiradas a la basura. Así que me propuse hacer una prueba en condiciones del Redscale XR, mi idea era cargar un carrete sobre mi Lomo LC-A Refurbished (entiendo que la cámara lomográfica por excelencia) y hacer la misma foto cuatro veces con distintos ISO (desde 25 hasta 200) en distintas condiciones de luz. Así hice fotos en días completamente nublados y otras las hice bajo un sol radiante. De igual modo, probé a hacer fotos con el selector de aperturas de la LC-A en automático y también las hice con una apertura fija en la cámara, para ver si había influencia alguna en este hecho. Después llegó el momento del escaneado, que realicé en casa con mi Epson Perfection V500 Photo, probando a escanear como imagen color, escaneado de negativo monocromo y escaneado de negativo color, que son las dos opciones que permite el escaner. Los resultados son superiores con el escaneado de imagen color, negativo monocromo, así que la prueba se centra en estas imágenes, dejando para el final un pequeño ejemplo de los resultados obtenidos con el escaneado como negativo color. En fin, sin más preámbulo, ahí van los resultados para que juzguéis por vosotros mismos…ah, todas las fotos están sacadas en Santiago de Compostela.
Parque de Santo Domingo de Bonaval. Día treméndamente nublado, luz escasa, perfecto para lo que quería probar. Esta primera serie (siempre ordenadas de menor a mayor ISO) de fotos es casi mi favorita. El Lomography Redscale XR se comporta a ISO 25 y 50 tal y como se espera de él, a ISO 25 los tonos verdes son preciosos, a ISO 50 la variante rojiza de la película empieza a insinuarse, en ambos casos el resultado es espectacular. A ISO 100 la película comienza a perder atractivo, ya se manifiesta claramente como un redscale, a ISO 200 la película es inservible, oscura y con un grano tremendo, complicada de escanear.
Seguimos con el Parque de Santo Domingo de Bonaval. Mismas condiciones climatológicas y mismos resultados. El Lomography Redscale XR ofrece unos resultados deliciosos con valores ISO bajos, pero se deteriora a partir de ISO 100.
Parque de la Alameda. Muy poca luz, en esta ocasión la LC-A trabajó con una apertura fija de f/5.6. La sorpresa se da en que apenas hay diferencia entre disparar a ISO 25 ó 200, obviamente el resultado no es exáctamente el mismo, pero la película se sitúa en un punto equidistante entre los extremos de los resultados obtenidos anteriormente. Claramente pierde atractivo, no sé si será casualidad o no, pero las dos fotos que realicé con una apertura fija en la cámara fueron, con diferencia, las peores de toda la prueba. De modo que nos centramos en los resultados de la LC-A trabajando con apertura automática (como si fuera una LC-A+).
Biblioteca de Galicia, Ciudad de la Cultura. Cambiamos radicalmente las condiciones de trabajo. El sol luce con fuerza, casi sin nubes en el horizonte. A ISO 25 el Redscale XR ofrece una estética sorprendente, si miráis las personas que hay en la sombra, a simple vistas apenas se las veía, en fotos realizadas con otra película la sombra oculta todo lo que cobija. Con el Redscale XR en ISO 25 los contrastes son excepcionalmente suaves, el verde da paso a un ligero marrón. Una vez cambio a ISO 50 el resultado sigue siendo bueno, a partir de ISO 100 acaece el desastre habitual.
Archivo de Galicia, Ciudad de la Cultura. Mismo día, sol de justicia. ISO 25, una de las mejores fotos del carrete, ISO 50 conserva facultados, a ISO 100 y 200 no se estropea tanto como en otras ocasiones.
Interior Biblioteca de Galicia, Ciudad de la Cultura. Foto de interior, para probar qué tal funciona la película en estas condiciones. El resultado me descoloca por completo, la imagen es extraordinaria con la cámara trabajando con cualquier rango de ISO seleccionado. Cada foto tiene un color distinto, el grano permanece dentro de unos límites más que aceptables en cualquier caso. Cuatro pedazo de fotos, ofreciendo al final lo mejor de sí el Redscale XR.
A continuación os muestro la mejor toma del Rescale XR escaneando el negativo como imagen color, negativo color. Por desgracia esta serie de fotos es única en cuanto a su calidad, el resto de las fotos pierden bastante con este tipo de escaneado respecto al monocromo. En cualquier caso, teniendo el escaner en casa conviene escanear de las dos maneras para quedarnos con lo que más nos pueda satisfacer.
Hasta aquí la prueba del Lomography Redscale XR 50-200. La conclusión a la que llego es que después de tanto desencuentro con este tipo de películas redscale, he descubierto que precisamente cuando la película se “aleja” un poco de su imagen redscale es cuando más me gusta. Me encanta el resultado que ofrece el Rescale XR en ISO 25 y 50, pero nunca tiraría un carrete con ISO 100 ó 200. De las dos facetas de esta película, a mí me fascina esa que prometía tonos verdes y marrones suaves, imágenes del pasado, que es lo que se logra con valores ISO bajos. Trabajar con la película más allá de ISO 50 es un riesgo que de aceptarse puede ofrecer gratos resultados, pero lo cierto es que me gusta ir sobre seguro, de modo que seguiré admirando las fotos de aquellos que son más aficionados a los rojos y amarillos impactantes del redscale. Realmente lo mejor que se puede decir del Lomography Redscale XR es que contenta fácilmente a una gran variedad de fotógrafos, por lo que a mí respecta, definitivamente creo que gastaré muchos carretes Redscale XR en un futuro. Al final lo logré, conseguí salvar lo nuestro.
escrito por soleado el 2011-04-13 #equipo #review #redscale-redscale-xr-prueba-test-pelicula-experimento-lomography-lca
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