Leica Minilux F2.4

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Una cuestión de definición…

Marca: Leica
Modelo: Minilux F2.4
Formato: 35mm
Fabricación: Alemania
Lente: Summarit f2.4
Focal: 40mm
Apertura diafragma: f/2.4 a f/16
Velocidad: 1/400 a 1seg y modo Bulb
ISO: 50-3200 (lector código DX)
Apertura: Manual o automática
Enfoque: Manual o automático
Compensación de exposición: Sí, +-2 pasos
Flash: Normal, relleno y desconexión
Disparador automático: Sí
Disparador remoto: No
Posibilidad de montar trípode: Sí
Fecha de producción: A partir de 1995

Desde que la tecnología digital se adueñó del mundo de la fotografía parece que nuestra afición se ha convertido en un campo de batalla en el que todas las marcas pelean por alzarse con el título de ser los productores de la cámara con mejor definición. La lucha en principio se trasladó a los megapíxeles, hace no tantos años, vale, diez o así…cualquiera se conformaba con una cámara de 3.2mpx, poco después nada por debajo de 4mpx era aceptable, más tarde 6mpx, después 10mpx…y ahora que llevábamos un tiempo establecidos en los 12mpx nos encontramos con que Canon y Nikon siguen luchando en este terreno, anunciando la segunda que su próximo modelo D800 contará con un sensor de 36mpx. Sinceramente, sé que habrá muchos que le encontrán sentido a esta pelea, pero personalmente dejé de notar la diferencia de calidad cuando se superaron los 6mpx (resolución de mi Nikon D70), claro está que a más megapíxeles podremos hacer mayores ampliaciones, pero en mi caso, que rara vez suelo positivar a más de 20×30cm, tanta calidad me ofrece la Nikon D70 como mi recién estrenada Fuji X10 (con el doble de megapíxeles). De acuerdo, con la última puedo ver las imágenes en mi monitor al doble de tamaño…pero es un poco absurdo ver una imagen ampliada al 100% cuando de sobra sabemos que así sólo podremos concentrarnos en un pequeño detalle de la fotografía y sólo si pretendemos hacer un recorte (que ya no sería nuestra fotografía, si no otra cosa) le encontraremos la utilidad a la mayor resolución.

¿Qué demonios hago hablando de megapíxeles y cámaras digitales en Lomography? Pues muy sencillo, esta batalla por la definición no es nueva y aunque ahora está protagonizada por los nuevos sensores digitales (olvidándose de lo que en teoría es lo más importante, las lentes), lo cierto es que tiempo atrás en analógico también existió esta lucha (mucho más lícita, pues se ceñía a una competición por lograr la mejor óptica) por la definición. En el mundo de las compactas, que como muchos sabéis son mi debilidad, en lo alto de sus respectivas gamas se desató una competición entre las Nikon 35 y 28TI, las Contax T2 y T3, las Ricoh GR1S y V, las Fuji Klasse y Rollei 35AFM….y como no podía ser de otro modo, la prestigiosa Leica hizo su apuesta con su modelo Minilux F2.4 (también hubo un modelo Zoom, realmente mediocre al lado del modelo de focal fija).

Hoy voy a hablaros de este último modelo, la Leica Minilux F2.4, y lo hago porque a tenor de todas las comparativas realizadas, esta es vuestra cámara si sois unos maniáticos de la calidad, ya que esta Leica es la cámara equipada con la mejor lente de todas las compactas analógicas de lujo que se fabricaron durante la segunda mitad de los años 90’s y los primeros años de la siguiente década, antes de la conquista digital. Para algunos podría resultar obvio que fuera una máquina de Leica la que se alzase con el título de mejor cámara (o al menos la que mejor definición ofrece) compacta analógica, sin embargo lo cierto es que a mí las marcas de renombre no me impresionan, de modo que cuando adquirí este modelo lo primero que hice fue someterla a un exhaustivo análisis para ver si eran tantas sus bondades.

En la mano la Leica Minilux F2.4 transmite calidad, se intuye bien construida, su cuerpo es un verdadero ‘ladrillo’ metálico perfectamente ensamblado, siendo la Contax T2 la cámara que más se le asemeja desde el punto de vista estético. Los controles están todos a mano y a través de un dial doble podremos controlar con una sola mano el enfoque (por distancias) y apertura de la lente. Si enfocamos manualmente o utilizamos el autofocus la pantalla de la cámara nos informará de la velocidad y apertura prevista, mientras que si seleccionamos una apertura determinada la cámara se limitará a informarnos de la velocidad de disparo. Junto al dial principal de control tenemos los tres únicos botones de la cámara, uno destinado al autodisparador, otro para regular la compensación de la exposición y un tercero que se encarga de gestionar el flash y el modo bulb de la cámara. Hasta ahora todo perfecto, la ergonomía de la cámara es más o menos buena (la piel que reviste parcialmente la cámara por delante contribuye a un buen agarre) y sus mandos son precisos y claros. El problema llega cuando queremos realizar nuestra primera foto y nos percatamos de que el visor de la Leica Minilux F2.4 parece algo así como una broma de mal gusto que los ingenieros de Leica han querido gastarnos, calificar de visor el diminuto ventanuco por el que hay que componer la foto en la cámara resulta casi ofensivo. En su interior apenas encontramos una marca que nos indica el centro del visor (aunque esto, dado el tamaño del mismo no es difícil de intuir) y las marcas de corrección de paralelaje. Nada más, ni información de velocidad, ni de apertura, ni distancia…tan sólo unas luces externas que nos indicarán si el enfoque y velocidad son correctos, algo demasiado pobre para toda una Leica, por muy compacta (que no económica, en su día costaba el equivalente a 800 euros) que esta sea. En cualquier caso seguimos adelante con nuestro propósito de hacer una foto, de este modo encendemos la cámara y por fin asoma frente a nosotros el corazón de esta cámara, una magnífica lente Summarit F2.4 (más luminosa que la de ninguna de sus competidoras) y una interesante focal de 40mm, ideal para la fotografía callejera, no tanto para el paisaje. Las fotos que la lente de la Leica nos proporciona logra que consigamos olvidar del pésimo sabor de boca que el visor de la cámara nos dejó, una definición impresionante (aunque de nuevo esto sólo no apreciaremos si hacemos grandes ampliaciones, como en digital) y una reprodución fidedigna de los colores. A la hora de hacer fotos la Leica Minilux F2.4 parece no tener límites…aunque sí los tiene, encontrándonos de nuevo una pequeña pega en la cámara alemana, y es que de poco sirve equipar a la cámara con una lente de tanta luminosidad cuando su velocidad máxima de obturación es de 1/400, de modo que tendremos que olvidarnos de utilizar grandes aperturas cuando el sol luce en todo lo alto o hemos cargado una película de ISO 400. Nadie es perfecto.

La Leica Minilux F2.4 es una grandísima cámara compacta, decir que es la mejor cámara compacta realizada sería injusto. Una cámara no es sólo su definición y cualquiera de sus rivales cuentan con lentes de una calidad asombrosa y en muchos casos no padecen los defectos (aunque probablemente tengan otros) de esta Leica. En realidad discutir sobre cámaras cuando los modelos comparados son tan buenos convierte la conversación en una especie de discusión bizantina, sea cual sea vuestra elección, probablemente será acertada. Para finalizar, decir que Leica mejoró el modelo Minilux F2.4 con el modelo CM, que es básicamente la misma cámara pero con un visor más grande y una mejor velocidad de obturación, lo que probablemente sí convierta a este modelo en la cámara compacta perfecta, pero mientras que una Leica Minilux F2.4 se puede conseguir actualmente por unos 200 euros (cuidado que no tenga el Error 01 o 02, auténtico Talón de Aquiles de este modelo) una Leica CM es dificil adquirirla por menos de 500 euros. Así pues, la decisión está clara, a no ser que el dinero no sea un problema para tí, claro.

escrito por soleado el 2012-02-09 #equipo #review #leica-compacta-minilux-35mm-lujo-definicion

4 Comentarios

  1. srmarcus
    srmarcus ·

    Joder, que envidia sana me da cada vez que leo una review tuya....XD
    Iba detras de la Contax T2, pero al ser "tan buena" los precios son bastante altos en ebay....a ver si algun dia pillo una "ganga".
    El artículo, chapeau!

  2. soleado
    soleado ·

    @srmarcus Gracias! Pues precisamente ahora me acaban de ofrecer una T2 a mí, estoy esperando a ver qué precio me piden por ella, de todos modos no creo que la pille, me sobran cámaras y en realidad lo que estoy intentando es desprenderme de alguna...

  3. beni
    beni ·

    Buen trabajo :)

  4. blancarleal
    blancarleal ·

    La verdad es que parece broma, pero los "mini visores" son como una tortura. Al tener enfoque automático aún vas safando, pero cuando luchas por enfocar en manual te llevas de regalo un buen dolor de cabeza jajaja... Da gusto leer este tipo de artículos, ¡felicidades!

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