Crónica sobre los colores: "Chartreuse", una historia peligrosamente dulce

Los colores tienen diferentes significados. El color chartreuse presenta una tonalidad intensa entre amarillo y verde, que puede recordarte tanto a una lima o a una manzana verde, como a una sustancia nuclear de alguna película apocalíptica. ¿Es el caso de un color que danza entre la dulzura y el peligro?

El nombre del color proviene de un licor francés de 1764, conocido como el chartreuse verde. En español se puede denominar: cartujo, en recuerdo a los monjes cartujos del monasterio de la Grande Chartreuse, Voiron. En comparación con el chartreuse que hoy en día conocemos, el origina era amarillo con un toque de verde.

Una gran parte del simbolismo del chartreuse puede atribuirse al paladar. El licor tiene un sabor único y distinguido, dulce a la vez de picante y acre. Como una poción mágica, ¿no creéis? Suele utilizarse en cócteles y cubalibres. En dosis pequeñas porque es muy fuerte.

Hablando de dosis, el licor se ha asociado a una bebida alquímica; el elixir de la vida. Incluso en el monasterio la usaban como medicina. Uno de los franceses del monasterio Grande Chartreuse intentó varias veces crear la receta perfecta de esta poción. Se dice que la fórmula se compone de una base de vino combinada con 130 hierbas, plantas y flores. ¡No es de extrañar que Chartreuse esté lleno de clorofila!

Digamos que el chartreuse tiene un originen bastante vegetariano. El libro “The Practical Hotel Steward” dice que el chartreuse verde contiene canela, macis, bálsamo de limón y otras hierbas. Obviamente, recrear el color en la fotografía con tales ingredientes es una tontería, pero hay maneras. Puedes intentar hacer el proceso E6 para obtener un color verde fuerte, solo asegúrate de fotografiar en un entorno soleado y frondoso con cielos abiertos. En cambio, para un chartreuse constante, podrías mezclar el verde y el amarillo de tus Geles de Color.

2018-02-16 #cultura