Julio Cortázar.

Yo sabía que ese día se estaba acercando, y considerando que me encuentro en el mismo área, comenzé a planear tempranamente. No tenía certeza del resultado, pero nada podía perder.
La noche anterior sentí los ánimos confusos, algo así como que todas las emociones y sentimientos hicieran osmosis (forma posterior a la dicotomía), todas se posaran en la tábula rasa, y con mucha fuerza se volvieran del mismo color, de la misma textura, del mismo vert-sang-merde. (Yo pienso que es producto de tanto chiste-génesis libidinoso). Esa mañana me levanté tarde y con sentido dubitativo, entre el pensamiento maravilla y el absurdo cardinal. Finalmente me decidí por doblar las dos mitades de mi cuerpo (simetría axial) en noventa grados, lo primero que vi fue aquél tipo de ser de los que nunca logro identificar (¿chino, japonés, koreano, taiwanés, filipino?) y reaccionar con un balbuceo que oscila entre un "hi" y un "bonjour". Bajé corriendo para alcanzar a tomar el desayuno pues éste era hasta las 9:30 a.m (y ya eran las 9:23 a.m), cuando llegué al casino, y mientras me servía cada una de las cosas que ofrecían en la barra, podía sentir cómo la mirada de la encargada del desayuno me gritaba, tocando sus labios en mi oreja, sus escupitajos en mi interior, su lengua en mi cerebro, algo que la traducción al español diría así: "!maldito hijo gggrrr de puta gggrrr!, teniendo desde las 7 de la mañana la oportunidad, llega trges minutos antges gr" (me pregunto si algún francés podrá leer mi mente y descubrir mi estúpida forma de burlarme de su chistosa pronunciación del español). Comí como una bala, pues apenas asomaba la mirada, sus ojos me hacían "gr!" en el oído. Salí por el "Boulevard Jules Ferry" y en la esquina tomé la "Avenue de la république", aún con esa maldita manía latinoamericana de creer que después de salir de un lugar debes cerrar la puerta. Entré en el metro "République" y fui hasta "Edgar Quinet" (Montparnasse), luego "Bd Edgar Quinet", un par de minutos y estaba en el lugar indicado:"Cimetière du Montparnasse". No es que considere los simbolismos, o el sentido marketing de la estupidez, pero jamás pensé estar un día de San Valentín en un lugar tan tétrico y frío. Justo enfrente a mí tenía lo que necesitaba, un mapa que acusaba un número "25", subdivisión "3" (escritores), calle "Aleé Renoir". Realmente lo anhelaba encontrar, la excitación se gatilló por inercia y mi situación límbica comenzó a acelerar, prendí un 'Gauloises' y seguí mi rumbo. (No podía ser tan difícil, el número 25 se ubicaba en una esquina y no tenía la necesidad de caminar entre tumbas y cuerpos) Una familia de negro con la cabeza hacia abajo, algo así como una banda Shoegazing. La mujer con la túnica blanca era el personaje principal, mocos, lágrimas y tabaco, (Estoy cada vez más cerca) sollozos seguidos de gemidos seguidos de humo seguidos de pensamientos esquizofrénicos seguidos de... (En la esquina no hay nada, excepto la Famillie "grrr" y Famillie "si hubieramos aprendido español, diríamos 'espagnol'. Pero no lo que busco) basta!. Creo que estuve cerca de una hora yendo y volviendo, yendo a ver el mapa y volviendo a cerciorarme. En un momento una chica a lo lejos me miró y grito:
-¡Ehh! ¡monsieur!.
Me quedé quieto viéndola correr y saltar entre tumbas y cuerpos hasta llegar a mí.
-Vous parlez français? - me dijo con cara de esperanza -
(Honestamente jamás aprendí francés), me sostuve con mi pokerface como si sintiera orgullo de mi ignoranacia.
-English? - insistió.
-Yes, a little - respondí.
-Do you know where is the Julio Cortázar's grave? - continuó.
(Su acento tenía algo raro)
-I've been looking for over an hour! - respondí.
-Holy shit, me too! - me dijo.
Nos quedamos mirando durante un momento hasta que pregunté:
-Where are you from?
-Argentina - respondió.
Mi menté explotó en risa, en la contemporaneidad se entendería perfecto con un "sdkjhfskjfhsdkfshjskfhs".
-Che, vos sos Chileno ¿cierto? - Preguntó con una cara que daba a entender como si hubiera ganado la guerra mundial.
-Asi es... Mira hagamos algo, continuemos buscando, y el primero que la encuentre llama al otro, ¿te parece? - le propuse.
-"Dos cabezas piensan mejor que una" - Sonrió.
Acababa de entrar en un juego magnánime, estruendosamente excitante, tanto así que...
-¡La encontré! - Me gritó a lo lejos.
(Mierda!) Nos dedicamos a observar la tumba durante muchos minutos, muchos minutos en silencio, algo así como la primera vez que te encuentras arriba y logras ver 'Machupichu', leí cada esquina de la tumba, pero entre todos los escritos hubo uno que fue el que más llamó mi atención: "¿Encontraría alguna vez a la Maga?". No pude evitar pensar en lo simbólico de escribirle una pregunta a un escritor en su tumba, una pregunta que se relaciona con uno de sus libros. Cuando me decidí mostrarle el escrito miré hacia todas partes pero ya me encontraba completamente solo.

Fotógrafo:
andrescristopher
Subidas:
2012-07-31
Etiquetas:
cortázar julio
Cámara:
Lomo LC-Wide (disponible en nuestra tienda)
Película:
Fuji Velvia
Ciudad:
Paris
País:
France
Year:
2012
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